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miércoles, enero 29, 2014

Ricardo Antin (1932 - 2014): la publicidad ya no es una fiesta / advertising is no longer a party


(1932 - 2014)

"La publicidad era una fiesta " es una autobiografía inédita de Ricardo Antin, mi querido padre, estoy diciendo "ya no es una fiesta " porque él murió el 2 de enero en Madrid, España.

En pocas palabras quiero hablar sobre la carrera profesional de mi padre, por supuesto que tengo una gran deuda con él , por los grandes valores que me enseñó, y, como mi madre, su adorable dedicación de abrir para mí el mundo maravilloso de la música, el cine, la literatura, y el interminable amor a todas las criaturas a nuestro alrededor, especialmente los gatos y los perros, pero eso es personal, un vínculo eterno con su alma.

Su primer trabajo estable en la publicidad fue en un verdadero lugar de vanguardia llamado Castignani y Burd Propaganda (1958 -1959), agencia que dejó atrás, con gran dolor, para estampar una marca imborrable en la historia de la publicidad en J. Walter Thompson (1959 -1970).

Los primeros pasos de Ricardo Antin en la publicidad fueron como redactor, pero esencialmente fue un ser humano creativo, poesía, teatro, novela, cuentos, con talento para escribir en cualquier campo, y tristemente sólo fue publicada parte de su poesía.

En J. Walter Thompson fue la llave para abrir un espacio a los trabajadores creativos, no sólo como las personas imaginando publicidad gráfica y televisiva, también para tomar decisiones importantes para la empresa, algo muy habitual hoy en día, absolutamente indignante para la "grandes jefes " en esos tiempos.

Uniendo fuerzas con su hermano , el cineasta Manuel Antin, dieron luz a una exitosa sociedad dedicada al cine publicitario (1971 - 1972).

Entonces, un largo camino, varias agencias de publicidad , hasta que fue el momento de crear la propia (1981 - 1983).

Pero él no estaba atrapado en el mundo de la publicidad, enamorado de la radio y la televisión, donde hizo varias obras asombrosas, como TVERDAD (1967), el primer programa periodístico en Argentina producido especialmente para la televisión, o " El Jazz y sus Parientes " (Inolvidable , FM Radio Rivadavia, 1987 - 1990), demostrando que su amor por la música no tenía límites, el mismo amor, suficientemente grande, para darle ideas para un espectáculo multimedia a finales de los años sesenta, "Los Ejecutivos También Tienen Alma", más tarde un hermoso disco de jazz, "Los Ejecutivos También Tienen Alma" (Alfa Records, 1969).

Télam (1984 - 1989) es otro hito en su carrera, gestionando la publicidad de todos los organismos y empresas del Estado, una gran experiencia, pero algo agridulce hacia el final , gracias a su honestidad fue, primero un obstáculo para el nuevo gobierno de 1989, y también una nube negra sobre las cabezas de muchas personas en el mundo de la publicidad, porque él se convierte en un desconocido para ellos después de haber dejado ese cargo.

"Los Hermosos Solitarios" (1993 ), revista cultural, es uno de sus últimos proyectos dedicados a los medios de comunicación, y su trabajo como Director de Prensa y Comunicaciones de la Fundación Cardiológica Argentina (2000 - 2001) un adiós a las posiciones importantes.

Después de su retiro, se enamoró de una Mac, de Apple, Quadra 605, gran herramienta para escribir y escribir, pero ninguna de sus novelas, cuentos, o muchas otras piezas de literatura de ese período se han publicado aún.

Bueno mis amigos, en pocas palabras, ese es un rápido vistazo a la impresionante carrera de mi padre, porque su profunda huella en esta tierra, está en mi alma, siempre y para siempre.

 


“La publicidad era una fiesta” (“Advertising was a party”) is an unpublished autobiography from Ricardo Antin, my dear father, and I’m saying “is no longer a party” because he died on January 2 in Madrid, Spain.

In a few words I want to talk about my father’s professional career, of course I’ve got a huge debt with him, for the high values he taught me, and, as my mother, his lovely dedication to open for me the wonderful world of music, movies, literature, and the endless love to all creatures around us, specially cats and dogs, but that’s personal, an eternal link with his soul.

His first steady job in advertising was in a truly avant garde place called Castignani y Burd Propaganda (1958 -1959 ), agency he left behind, with great pain, to stamp an indelible mark in advertising history on J. Walter Thompson (1959 -1970).

Ricardo Antin's first steps in advertising were as copywriter, but essentially he was a creative human being, poetry, theater, novels, short stories, with talent to write on any field, and sadly only part from his poetry was published.

At J. Walter Thompson he was the key to open a space for the creative workers, not only as the people imagining graphic and TV advertising, also to take important decisions for the company, something very usual today, absolutely outrageous for the “big bosses” on those times.

Joining forces with his brother, the filmmaker Manuel Antin, they gave birth to a successful society dedicated to film advertising (1971 - 1972).

Then, a long road, several advertising agencies, until it was the time to create his own (1981 - 1983).

But he wasn’t trapped in the advertising world, in love with radio and TV, where he made several amazing works, as TVERDAD (1967), the first journalistic show in Argentina produced especially for television, or “El Jazz y sus Parientes” (“The Jazz and its Relatives”, Inolvidable, FM Radio Rivadavia, 1987 - 1990), showing that his love for music was limitless, the same love, big enough, to give him ideas for a multimedia show by the end of the sixties, "Los ejecutivos también tienen alma" / "Executives Have a Soul Too", later a beautiful jazz album, "Los ejecutivos también tienen alma" / "Executives Have a Soul Too" (Alfa Records, 1969).

Télam (1984 - 1989) is another landmark in his career, managing the advertising from all the agencies and state enterprises, a great experience, but kind of bittersweet toward the end, thanks to his honesty was, first an obstacle for the new government from 1989, and also a dark cloud over the heads from many people in the advertising world, because he becomes a stranger to them after leaving that office.

“Los Hermosos Solitarios” (“The Beautiful Loners”, 1993), cultural magazine, is one of his last projects dedicated to the mass media, and his work as Press and Communications Director at the Argentine Heart Foundation (2000 - 2001) a farewell to important positions.

After his retirement he fell in love with a Mac from Apple, Quadra 605, great tool to write and write, but none from his novels, short stories, or many other literature pieces from that period were published yet.

Well my friends, in a few words that’s a fast glimpse on my father's impressive career, because his deep mark on this Earth, it's on my soul, always and forever.

Este artículo pertenece a euskir's txoko / This article belongs to euskir's txoko

miércoles, mayo 30, 2007

Sobre Ernesto Rilova

Hace unos días, por intermedio del artículo que publicó Gabriel Dreyfus en Adlatina, me enteré de la muerte de Ernesto Rilova.
Envié un e-mail, tanto a la revista como al autor de la nota, y me pareció oportuno compartir con los lectores del blog el contenido del mismo.

Me interesó sobremanera la nota sobre Ernesto Rilova. Pero por razones comprensibles, faltan algunos datos iniciales. Voy a proporcionarlos porque estuve vinculado a ellos.
Acaso les interese publicarlos porque surgen de mi libro de Memorias llamado "La Publicidad era una Fiesta".
Gracias.

Ricardo Antin
(Entre otras cosas, ex-director creativo de J.Walter Thompson).



En esa época ocurrió algo aparentemente casual pero que seguramente no lo era, porque muchas veces las casualidades son el resultado de la disposición, la voluntad y el entendimiento entre los hombres, y no una obra mágica dispuesta por un dios ignoto. El hecho no me tocó de manera directa ni me deparó ningún beneficio material, pero creo ser de esos tontos que también se maravillan y alegran ante cierto tipo de cosas. Por otra parte, y de eso se trata, siempre halaga nuestro orgullo -o si se prefiere nuestra vanidad- ser el descubridor de un talento.
Estos son los hechos. Un día, tímidamente se acercó a mi oficina un joven que trabajaba en la Contaduría de la agencia. Sencillamente deseaba mi intervención para lograr que lo transfirieran al Departamento Creativo ya que deseaba convertirse en Redactor.
Todavía Thompson conservaba mucho de su viejo estilo y esa clase de pases no eran nada fáciles -ignoro si ahora lo son aunque lo dudo un poco, allí o en cualquier otra parte- y así se lo comenté al interesado. La conversación terminó sin comprometerme en absoluto ya que aunque me hubiese gustado no podía hacerlo. Pero antes que nada, quería saber si los deseos del postulante eran reales o si sencillamente se trataba de un devaneo momentáneo.
Me alegró que a los pocos días volviera al ataque aportando nuevos argumentos que hacían visible su decisión y su entusiasmo, además, me mostró algunos trabajos que había hecho por su cuenta. No me parecieron sobrecogedores, pero debía admitir que se trataba de un principiante sin la menor experiencia. Entonces me recordé a mí mismo, a mi verdadera desesperación por ingresar en la actividad y a mi telegrama de diez años antes. Eso me terminó de decidir y le prometí hacer cuanto estuviera a mi alcance para conseguir su transferencia. No fue nada fácil. Por eso primero debí conseguir la aprobación del Tesorero de la agencia -responsable máximo de su área -llevó varias charlas- y posteriormente la de Jack Webster como Gerente General. Esta última me costó menos de lo esperado porque Jack había comenzado en la agencia como empleado administrativo. Posiblemente le halagó que en cierto sentido su propia historia se repitiera y que yo encontrara méritos creativos en alguien de su mismo origen.
Como siempre ocurre comenzaron a correr los días, y el novato Redactor casi presa de un verdadero frenesí, comenzó a insistir para que se le concedieran tareas de mayor mérito. Hasta entonces sólo había intervenido en una campaña para la filial Thompson de Uruguay y en otra serie de cosas menores. Comprendí sus anhelos pero de momento no podía hacer demasiado y le aconsejé tener paciencia y esperar un poco. Seguramente tuvo el buen tino de no hacerme caso y transcurridas algunas semanas me anunció que se iba a trabajar a De Luca.
Más que sorprenderme la novedad me complació enormemente. Entonces me ocupé de desearle la mejor de las suertes, y sólo lo vi en dos o tres ocasiones en forma circunstancial cuando ya llevaba una densa barba.
Pasaron muchos años, aproximadamente veinte, y me alegró reencontrar a Ernesto Rilova -ese era y es su nombre y apellido- en las coquetas oficinas de su propia agencia durante un viaje a Madrid en 1991, convertido según la opinión de los entendidos locales en uno de los tres creativos más importantes de España, país al que se había dirigido en 1976 creo que en compañía de Marcelo Montes, el que después sería Presidente de Saatchi y Saatchi en la península, y quién tuvo la gentileza de recibirme en su despacho durante ese mismo viaje. (Conviene aclarar que en esa ocasión hablamos bastante de mi hija Estela, que por entonces era redactora en esa misma agencia.)
Sin otro mérito que el de lo hecho, me cabe el orgullo de haberle abierto a Don Rilova la primera puerta que enfrentó su sana ambición. Afortunadamente, él tuvo la capacidad para abrirse todas las siguientes. Espero y deseo que sus éxitos continúen y perduren en el tiempo. Su inteligencia se lo merece.

Agregado de último momento después de leer la nota de Adlatina.

La muerte de Rilova no me cayó nada bien, algo que es común a casi todas las muertes. En este caso agregaré que por su talento y su carrera, la vida debería haberle concedido un poco más de tiempo.
Chau Rilova, y donde quiera estés, espero hagas la misma carrera que sobre este mundo.