jueves, julio 19, 2007

Querido Negro:

Querido Negro:

Sin soñar con remedarte: Jodida, ¿ pero acostumbrada? A pensar que no estarás más acá, en esta tierra que tiene tan pocos referentes, ¿palabra un poco solemne para vos?, y tanto que has sembrado. Tu paso por la tierra ha dejado huellas tan profundas que hoy te diría que las lágrimas son tantas, que casi no alcanzan para mostrar el duelo. Y ya que eras generoso con las "malas palabras": Tanto hijo de puta caminado por acá y por allá y vos presente en mí, y mi familia, mis hijos y todos los hijos, que hoy estamos sintiéndonos tan huérfanos, porque no hay ningún Roberto Fontanarrosa que siga en este mundo. Y eso es lo malo. Pero creo que junto con Mendieta, y todos los que hemos sido "Tus Mendieta", jamás faltarás en nuestra memoria, por siempre será así. ¿ Acostumbrada? Jamás, queriéndote, donde quiera que estés.

Noemí Antin

2 comentarios:

Orson Díaz dijo...

La tinta, cuando sangra, nos revela las almas.
Hay austeridades repletas de sentido.
No se fue.
No se va.

Anónimo dijo...

Emilio:
¡Mirá si será grande el Negro que apenas se ha ido y ya unió tu tristeza y la mía como si fuésemos amigos! Yo soy la Eulogia del dueño del blog (aunque me llamo Noemí) en el que me colé empujada por la pena. Tus palabras son puro talento y aún mejor, puro sentimiento.

Noemí Antin